Es abril y se aproxima Semana Santa, por lo que la Operación Bikini se ve interrumpida por ese manjar dulce llamada Torrijas.
Las torrijas es un postre típico de la Semana Santa Española y de la época de Cuaresmas que no es invento español, ni muchísimo menos, pero si que lo hemos hecho patrimonio gastronómico.
Ya siglos atrás, allá por Siglo I podemos encontrar referencias de este postre en sus primeras versiones para aprovechar el pan duro. Por el Siglo XV se consolidó en la dieta de nuestro país con varios motivos asociados.
Uno de ellos, es que como país católico existían ciertas restricciones de carne por lo que los buenos cristianos elaboraban creativas formas para sustituir ciertos alimentos. Aunque también se cree que en épocas convulsas de enfrentamientos religiosos era un alimento que bien no podía herir ninguna sensibilidad y las mojas en abstinencia utilizaban el pan duro para darles una consistencia más apetitosa bañados en leche o miel.
Ingredientes para unas torrijas con Cerveza
Conocida la historia pasemos a su receta con nuestro líquido elemento, la cerveza. Vamos a procurar sorprender esta semana santa con los siguientes ingredientes:
- Pan: Podemos utilizar el de días atrás o el especial para torrijas.
- Huevos, recomendamos los camperos.
- Aceite de oliva extra, siempre virgen.
- Podemos añadir aromas al gusto; Canela, limón, lima, miel, almíbar, azúcar, chocolate…
- Cerveza: Y como no, desde luego las cervezas artesanas nos van a dar más juego y sabor a la hora de elaborarlas, pero es verdad que las tradicionales no van a dejar mucho regusto por si no queremos pasarnos con el sabor, así que cada uno elije.
¡A cocinar!
La torrija, o también llamada Torreja, debemos impregnarla de todos los elemento que queramos, por ello empezaremos calentando un litro de cerveza rebajado con agua. Dependiendo de la graduación de la cerveza y del intenso sabor que le queramos dar a las torrijas lo rebajaremos con más o menos agua, e incluso podremos ponerlo a un fuego alto unos minutos para evaporar el alcohol sobrante.
Añadir unos 100 gramos de azúcar por barra de pan con el aroma que hayamos decidido combinar. Removeremos bien para que la mezcla empape la rebanada de pan ya a una temperatura ambiente.
El corte de las rodajas las dejamos al gusto, rectas u oblicuas, como más os guste. Las empaparemos bien y una vez empapadas batiremos huevos otro recipiente para darles un baño extra.
Una vez hecho los 2 baños deberemos tener la sartén preparada con el aceite de oliva ya caliente para freírlas un par de minutos.
Una vez fritas las dejaremos reposar para que se enfríen bien y les podremos añadir un extra de azúcar ya sea espolvoreado o con miel, e incluso otros toques como ralladuras de limón, naranja, mandarina, queso, chocolate y un largo etcétera.
Típico postre venido de Europa, afincado y de tradición española que no puede faltar esta Semana Santa en nuestras casas y que ya no es una excusa no saber hacerlo ¿te atreves a probarlo?