Realizado por el equipo de Bares Auténticos
No son pocas las veces que nos han preguntado qué define a un bar como “auténtico”, un criterio por el cual nos regimos a la hora de decidir si un establecimiento se publica o no en el blog. “Auténtico” es un término que denota identidad y verdad, dos conceptos que suman personalidad propia y que, hablando de Madrid, encajan a la perfección en la Bodega La Ardosa.
El rojo intenso y las grandes letras de su fachada nos invitan a entrar dentro, donde nos encontramos un bar cuadrado de pequeñas dimensiones, con barricas de vino a modo de mesas altas y cuyas paredes repletas de cuadros, recortes de periódico, botellas y fotografías nos susurran en silencio los años vividos en la bodega y en el barrio de Malasaña.
La difícil vocación de camarero parece brillar en La Ardosa, donde encontramos mimo a la hora de tirar la cerveza (Pilsner Urquell), incluso cuando la prisa del cliente apremia, y las tapas y raciones, a escoger de una extensa carta, demuestran que en la cocina existe ese mismo afán por hacer las cosas bien hechas (increíbles tortillas, buenísimas croquetas, empanada de atún de lujo y un detalle muy granadino: el pionono)
Pero no es la carta lo único que sorprende gratamente, ya que a esta bodega no le faltan los detalles divertidos y singulares, como es la curiosa forma de acceder a los aseos y a una sala trasera, por debajo de la barra, algo que nunca antes habíamos visto y que a la gente primeriza le provoca cierta estupefacción, y no es para menos.
Nos encanta La Ardosa y cada viaje a Madrid lleva incluída una visita obligada. ¿Recomendarla? Si no la conoces, ya estás tardando.
Dirección: C/ Colón, 13 Madrid