Hoy nos hacemos eco de una noticia con bastantes tintes positivos para la cerveza. Y es que parece que la cerveza a cada día que pasa se va asemejando más y más a la Aloe vera, que cada vez se le encuentran más propiedad. Pero dejando los chistes a un lado, hemos podido saber por Redacción Médica, que la cerveza es la bebida fermentada con mayor efecto cardioprotector.
¿Qué quiere decir esto? Según investigaciones del Centro de Investigación Cardiovascular de Barcelona, esta bebida confiere protección cardiaca y favorece el proceso de remodelado del corazón tras sufrir un infarto de miocardio. Ojo, no os pongáis ahora a beber cantidades ingentes de cerveza como si fuera la happy hour del bar de la esquina a la salida del trabajo.
Para esto se debe y se recomienda un consumo moderado para favorecer la reparación de un corazón dañado, tanto en su versión con como sin alcohol. Estos efectos se producen gracias a los componentes naturales de la cerveza como el lúpulo, la cebada malteada y el agua (que ya hablamos de ellos en el pasado post).
También se debe a otros factores, y es que resulta que la cerveza contiene vitaminas del tipo B, fibra, minerales y antioxidantes. Ya os digo que hemos topado con la nueva Aloe vera… que con esto y un descanso vacacional como nuevos (ver Madox Viajes)
Pero sobre todo, esta recuperación cardiovascular es gracias a la mejoría de los niveles de HDL, lo que comúnmente se conoce como “el colesterol bueno”.
Y todo esto está testado con un estudio en donde sujetos de entre 55 y 80 años consumieron durante 28 días de forma moderada cerveza tradicional y cerveza sin alcohol dando como resultado la reducción de la grasa en las paredes de las arterias.
Esta es una prueba más que afirma, según el CSIC, que con un consumo moderado de cerveza podemos obtener efectos beneficiosos para nuestro cuerpo.