Con el lema El fénix aterriza en Madrid nos convocaron a la presentación de la cerveza de abadía Grimbergen en un enclavecon tanto significado como es el Espacio Cultural Conde Duque de Madrid.
Grimbergen lleva ya tiempo en nuestro país con Mahou-San Miguel como distribuidora. Sin embargo, con el auge de la cultura cervecera de los últimos años, la marca del fénix quiere renacer con fuerza para establecerse como una de las cervezas de abadía de referencia.
En el ADN de esta cerveza se encuentran los genes del resurgimiento. Fundada en 1.128 y localizada a 20 km. de Bruselas, la abadía fue destruida en varios momentos de su historia, en 1142, en 1566 y en 1798; pero siempre se reconstruyó y renació, cual ave fénix de sus cenizas, para seguir fabricando el oro líquido que tanto nos gusta.
Fueron dos monjes Norbertinos de la propia abadía quienes nos presentaron las distintas modalidades de cerveza que fabrican. El abad Erik y el padre Karel nos introdujeron en su amplia tradición cervecera a lo largo de los siglos. Empezaron a elaborar cerveza en la Edad Media dado las condiciones insalubres del agua, por lo que estas cervezas son de alta fermentación, malteadas y afrutadas. En Bélgica existen aproximadamente 70 marcas de cerveza de abadía.
El evento organizado por Mahou – San Miguel a través de Brandigital recibió una buena acogida. Tras la presentación de la historia y desarrollo de Grimbergen pudimos catar las cervezas Blonde, Double-Ambrée y Blanche. Para nosotros la Double-Ambrée es la favorita, una cerveza de doble fermentación con sabores dulces y amargos. Al acabar la cata, los monjes tenían una performance preparada donde una biblioteca de atrezzo abrió sus puertas y nos permitió seguir disfrutando de Grimbergen en formato grifo junto con ricos maridajes.